Me ha encantado el texto. Yo pasé 6 años de tratamientos luchando por descubrir si mi deseo por ser madre era más un empeño que un deseo. Y tampoco pude escribir en ese tiempo. Gracias por esto.
Soy madre de 2 bebes uno de 16 y otra de 4 meses, tengo 30 años y actualmente muy poco tiempo debido a la crianza. Sin embargo, cuando he recibido la newsletter de Erika y he pinchado en tu link he vuelto a conectar con mi YO fuera de la crianza. He devorado tu texto. Me encanta. Me gustaría releerlo (quizás en la siguiente siesta de mis bebes). Me pareces una gran escritora, espero que algún día publiques un libro. Lo comparto porque de verdad que creo que las mujeres de hoy en día necesitamos textos así, VERDADEROS.
Gracias Alba, no dejes nunca de contar lo que sientas.
Llego a tu fantástico texto por un enlace de Raquel Peláez.
Madre mía, qué de emociones se me remueven. Te entiendo perfectamente. Perfectamente. Diferencias vitales: tengo 47 años y un hijo de 12. Y, pese a tener claro desde siempre querer ser madre, si ahora volviera atrás no lo veo ni medio nítido. Tampoco me sirve la reflexión de tu amigo, con todo el cariño y empatía hacia sus buenas intenciones. Es un proceso ÚNICO y diferente en cada mujer, cargado de un peso emocional, un trabajo físico y mental que nadie te podrá explicar.
Tardé 3 años en quedarme embarazada, pese a que mi estado era “óptimo”. Lloré con muchas menstruaciones. Me planteé recurrir a técnicas de fertilidad, pero pasados esos 3 años mi pareja ni se planteaba evaluarse (cuando clara y médicamente era un tema suyo)… y llegué a la conclusión de que si no se daba por vías naturales, no sometería a mi cuerpo a éstos tratamientos tan bestiales que había vivido en amigas.
¿Mi idea previa? “Realista”, creía yo: soy maestra, tengo mucha facilidad en el trato con todo tipo de infancia y adolescencia, un sueldo adecuado, buen horario para conciliar, un sueño bastante decente y una pareja/padre corresponsable… además de una vida llena de actividades y muchas inquietudes… JA!!! Ni idea de lo que me esperaba.
La vida te cambia ABSOLUTAMENTE a ti cómo mujer. Tu cuerpo, tu cerebro, tú, entera. Es inexplicable, y 12 años después, tras 4 de terapia, voy entendiendo muchas cosas. Mi embarazo no fue lo que yo imaginaba, sino un horror de inactividad y cansancio. Del parto, no explicó más que bendita cesárea, y aún así casi me muero. La lactancia, DURÍSIMA PERO GRANDIOSA (he de reconocer que era lo que más me alucinaba de todo el proceso: cómo una persona solo dependía de mí y mi leche cura te 6 meses exclusivamente para crecer sanísimo y enorme)… pero toda tu vida cambia. Te repito: su padre es completamente corresponsable, lo lleva al pediatra, lo bañó siempre de bebé, le cocina, sabe su talla de ropa y calzado, le cocina, prepara mochilas y almuerzos escolares… mi vida quedó paralizada 3 años, y semiparalizada hasta los 11/12. La dependencia emocional que no sé de dónde coño se nos implanta a madre e hijo (pese a que sigas con hobbies, trabajo, ocio…) es algo tan brutal que cuesta muchísimo modificar. Echas de menos como no imaginarías, quieres protegerlo de cosas que ni existen, te expones y colocas a unos niveles de exigencia bestial es ( y yo paaaasoooo bastante, soy muy relativista y cero proteccionista, pero por dentro, TELA). Una vida de un ser humano depende de ti. De mil detalles tuyos. De tu ejemplo. De tu información. De mil cosas que no puedes dejar pasar.
La maternidad está mega idealizada porque nadie te cuenta la verdad. Ni tu madre. Nadie. Parece (con perdón) que te compras un muñeco. O una mascota, y para adelante. Tantas implicaciones, que te juro que creo que sí lo pensáramos, no seríamos madres. Al menos, no en la sociedad actual.
Admiro PROFUNDAMENTE a las mamás de más de uno (ojo, y el mío es un SOL del que estoy MEGAORGULLOSA), así se lo digo a las madres en mis tutorías de clase. Y sí, aunque haya mucha corresponsabilidad, ya te digo yo que el hijo o la hija es tuyo. De por vida.
Ni es imprescindible, ni completa nada en tu vida (como no lo hacen las parejas), ni rellena huecos existenciales. Y es suuuuper normal lo que has sentido con tu amiga A. Completamente habitual.
Si aún así decides ser madre, es fantástico, de verdad. Pero olvida la Alba que eres ahora. Esa no volverá.
Un beso y un abrazo enormes. ENORMES.
PD.- Hay un libro que aún no me he atrevido a leer, pero creo que va en la línea de “Yerma”. “El vientre vacío”, de Noemí López Trujillo. Échale un vistazo, quizá te vaya bien.
Me flipan las casualidades extrañas, como ésta, que me llega este texto el mismo día que el sms de uma entidad financiariera me agradece haber confiado en ellos para fraccionar mi tratamiento (de congelación de óvulos). Gracias por compartir tus palabras, ayuda mucho poder enfrentarte a y diseccionar tus propias reacciones ante textos así. GRACIAS.
Misma edad, misma situación pero sin el novio en escena, cosa que hace más difícil aún la decisión de congelación o no congelación. He llorado con el texto porque me he visto reflejada en todo momento, ha sido como verme en un espejo y has puesto palabras a muchas de las cosas que tengo dentro. Yo también he decidido no congelar, dejar que la vida me de o no lo que tenga que venir y la verdad es que aunque al principio asuste un poco al final es bastante liberador. Un abrazo enorme 💜
Maravilloso texto que refleja a la perfección un sentir universal de una gran parte de mujeres en la actualidad. Me ha recordado mucho a mi momento de lo que hasta ahora pensaba que era un "no deseo" de maternidad hace ya 13 anyos. En realidad, era "incapaz de enfrentarme a lo que supondría admitir que quiero ser madre". Me acaba de explotar la cabeza!!! Algo se ha ordenado internamente en mí. Muchas gracias por tu generosidad y por hacernos llegar este texto que de alguna manera mi ser esperaba... de repente me siento recién parida de mí misma.
Un texto que atrapa por tu sinceridad. Yo vivi algo parecido en su momento. A los 36 quise tener hijos y no llegaron. Era un deseo muy intenso. A punto de empezar con reproducción asistida pero renuncié. No quise violentar mi cuerpo. Opté por la adopción: dos niñas. Una de los processos se demoró tres años y medio. Al leerte me ha venido la idea de que una cosa es desear tener un hijo (gestarlo, parirlo) y otra es desear ser madre.
Muchísimas gracias por hablar de este tema tan complejo y tabú. Me ha encantado de verdad! Me ha llegado muy dentro. Sufro muchísimo por la indecisión de si ser madre o no. Hay algún texto, libro, vídeo o algo que me pudieras aconsejar y que a ti te haya ayudado en tu decisión?
En mi experiencia, no hay nada externo que pueda ayudarte a tomar la decisión. Tan solo explorarte insistentemente, y aceptar que si no te decides durante mucho tiempo, tal vez la respuesta sea que no lo deseas lo suficiente.
Igual te interesa leer "Las nueve vidas de Rose Napolitano" de Donna Freitas. Igual no te ayuda a tomar una decisión (esa decisión debería venir sólo de tí misma), pero el libro habla sobre este tema y está muy bien escrito. A mí me gustó.
Enhorabuena por vuestro bebé, Alba, es precioso y honesto como sus mamás. Me ha resultado muy valiosa y emocionante tu indagación personal sobre tu deseo, así como la respuesta inmediata de A., reveladora de una confianza sin fisuras, y el azar (o no) de la muchacha 2. He vuelto mi pensamiento a mi yo anterior a la paternidad, con quien no siempre la relación es amable, y he podido mirarlo con distancia y ternura, así como a mi propio proceso de toma de decisión en aquellos momentos. Gracias por eso. Me gusta mucho cómo escribes.
Me ha encantado el texto. Yo pasé 6 años de tratamientos luchando por descubrir si mi deseo por ser madre era más un empeño que un deseo. Y tampoco pude escribir en ese tiempo. Gracias por esto.
Soy madre de 2 bebes uno de 16 y otra de 4 meses, tengo 30 años y actualmente muy poco tiempo debido a la crianza. Sin embargo, cuando he recibido la newsletter de Erika y he pinchado en tu link he vuelto a conectar con mi YO fuera de la crianza. He devorado tu texto. Me encanta. Me gustaría releerlo (quizás en la siguiente siesta de mis bebes). Me pareces una gran escritora, espero que algún día publiques un libro. Lo comparto porque de verdad que creo que las mujeres de hoy en día necesitamos textos así, VERDADEROS.
Gracias Alba, no dejes nunca de contar lo que sientas.
Muchísimas gracias <3
Llego a tu fantástico texto por un enlace de Raquel Peláez.
Madre mía, qué de emociones se me remueven. Te entiendo perfectamente. Perfectamente. Diferencias vitales: tengo 47 años y un hijo de 12. Y, pese a tener claro desde siempre querer ser madre, si ahora volviera atrás no lo veo ni medio nítido. Tampoco me sirve la reflexión de tu amigo, con todo el cariño y empatía hacia sus buenas intenciones. Es un proceso ÚNICO y diferente en cada mujer, cargado de un peso emocional, un trabajo físico y mental que nadie te podrá explicar.
Tardé 3 años en quedarme embarazada, pese a que mi estado era “óptimo”. Lloré con muchas menstruaciones. Me planteé recurrir a técnicas de fertilidad, pero pasados esos 3 años mi pareja ni se planteaba evaluarse (cuando clara y médicamente era un tema suyo)… y llegué a la conclusión de que si no se daba por vías naturales, no sometería a mi cuerpo a éstos tratamientos tan bestiales que había vivido en amigas.
¿Mi idea previa? “Realista”, creía yo: soy maestra, tengo mucha facilidad en el trato con todo tipo de infancia y adolescencia, un sueldo adecuado, buen horario para conciliar, un sueño bastante decente y una pareja/padre corresponsable… además de una vida llena de actividades y muchas inquietudes… JA!!! Ni idea de lo que me esperaba.
La vida te cambia ABSOLUTAMENTE a ti cómo mujer. Tu cuerpo, tu cerebro, tú, entera. Es inexplicable, y 12 años después, tras 4 de terapia, voy entendiendo muchas cosas. Mi embarazo no fue lo que yo imaginaba, sino un horror de inactividad y cansancio. Del parto, no explicó más que bendita cesárea, y aún así casi me muero. La lactancia, DURÍSIMA PERO GRANDIOSA (he de reconocer que era lo que más me alucinaba de todo el proceso: cómo una persona solo dependía de mí y mi leche cura te 6 meses exclusivamente para crecer sanísimo y enorme)… pero toda tu vida cambia. Te repito: su padre es completamente corresponsable, lo lleva al pediatra, lo bañó siempre de bebé, le cocina, sabe su talla de ropa y calzado, le cocina, prepara mochilas y almuerzos escolares… mi vida quedó paralizada 3 años, y semiparalizada hasta los 11/12. La dependencia emocional que no sé de dónde coño se nos implanta a madre e hijo (pese a que sigas con hobbies, trabajo, ocio…) es algo tan brutal que cuesta muchísimo modificar. Echas de menos como no imaginarías, quieres protegerlo de cosas que ni existen, te expones y colocas a unos niveles de exigencia bestial es ( y yo paaaasoooo bastante, soy muy relativista y cero proteccionista, pero por dentro, TELA). Una vida de un ser humano depende de ti. De mil detalles tuyos. De tu ejemplo. De tu información. De mil cosas que no puedes dejar pasar.
La maternidad está mega idealizada porque nadie te cuenta la verdad. Ni tu madre. Nadie. Parece (con perdón) que te compras un muñeco. O una mascota, y para adelante. Tantas implicaciones, que te juro que creo que sí lo pensáramos, no seríamos madres. Al menos, no en la sociedad actual.
Admiro PROFUNDAMENTE a las mamás de más de uno (ojo, y el mío es un SOL del que estoy MEGAORGULLOSA), así se lo digo a las madres en mis tutorías de clase. Y sí, aunque haya mucha corresponsabilidad, ya te digo yo que el hijo o la hija es tuyo. De por vida.
Ni es imprescindible, ni completa nada en tu vida (como no lo hacen las parejas), ni rellena huecos existenciales. Y es suuuuper normal lo que has sentido con tu amiga A. Completamente habitual.
Si aún así decides ser madre, es fantástico, de verdad. Pero olvida la Alba que eres ahora. Esa no volverá.
Un beso y un abrazo enormes. ENORMES.
PD.- Hay un libro que aún no me he atrevido a leer, pero creo que va en la línea de “Yerma”. “El vientre vacío”, de Noemí López Trujillo. Échale un vistazo, quizá te vaya bien.
Que maravilla
Me flipan las casualidades extrañas, como ésta, que me llega este texto el mismo día que el sms de uma entidad financiariera me agradece haber confiado en ellos para fraccionar mi tratamiento (de congelación de óvulos). Gracias por compartir tus palabras, ayuda mucho poder enfrentarte a y diseccionar tus propias reacciones ante textos así. GRACIAS.
Misma edad, misma situación pero sin el novio en escena, cosa que hace más difícil aún la decisión de congelación o no congelación. He llorado con el texto porque me he visto reflejada en todo momento, ha sido como verme en un espejo y has puesto palabras a muchas de las cosas que tengo dentro. Yo también he decidido no congelar, dejar que la vida me de o no lo que tenga que venir y la verdad es que aunque al principio asuste un poco al final es bastante liberador. Un abrazo enorme 💜
Maravilloso texto que refleja a la perfección un sentir universal de una gran parte de mujeres en la actualidad. Me ha recordado mucho a mi momento de lo que hasta ahora pensaba que era un "no deseo" de maternidad hace ya 13 anyos. En realidad, era "incapaz de enfrentarme a lo que supondría admitir que quiero ser madre". Me acaba de explotar la cabeza!!! Algo se ha ordenado internamente en mí. Muchas gracias por tu generosidad y por hacernos llegar este texto que de alguna manera mi ser esperaba... de repente me siento recién parida de mí misma.
Un texto que atrapa por tu sinceridad. Yo vivi algo parecido en su momento. A los 36 quise tener hijos y no llegaron. Era un deseo muy intenso. A punto de empezar con reproducción asistida pero renuncié. No quise violentar mi cuerpo. Opté por la adopción: dos niñas. Una de los processos se demoró tres años y medio. Al leerte me ha venido la idea de que una cosa es desear tener un hijo (gestarlo, parirlo) y otra es desear ser madre.
Los laberintos de la maternidad y la no maternidad... Brutal. Qué bueno que hayas vuelto a escribir con esto. Muchas gracias💜
Muchísimas gracias por hablar de este tema tan complejo y tabú. Me ha encantado de verdad! Me ha llegado muy dentro. Sufro muchísimo por la indecisión de si ser madre o no. Hay algún texto, libro, vídeo o algo que me pudieras aconsejar y que a ti te haya ayudado en tu decisión?
En mi experiencia, no hay nada externo que pueda ayudarte a tomar la decisión. Tan solo explorarte insistentemente, y aceptar que si no te decides durante mucho tiempo, tal vez la respuesta sea que no lo deseas lo suficiente.
El vientre vacío (ENSAYO) https://amzn.eu/d/5ylhdqm (Échale un vistazo, o busca revises, a ver qué opinas 😘)
Igual te interesa leer "Las nueve vidas de Rose Napolitano" de Donna Freitas. Igual no te ayuda a tomar una decisión (esa decisión debería venir sólo de tí misma), pero el libro habla sobre este tema y está muy bien escrito. A mí me gustó.
Enhorabuena por vuestro bebé, Alba, es precioso y honesto como sus mamás. Me ha resultado muy valiosa y emocionante tu indagación personal sobre tu deseo, así como la respuesta inmediata de A., reveladora de una confianza sin fisuras, y el azar (o no) de la muchacha 2. He vuelto mi pensamiento a mi yo anterior a la paternidad, con quien no siempre la relación es amable, y he podido mirarlo con distancia y ternura, así como a mi propio proceso de toma de decisión en aquellos momentos. Gracias por eso. Me gusta mucho cómo escribes.
Situación similar y misma decisión. Cualquier otra cosa sería dejar de ser quién soy. Gracias por este texto!
Enhorabuena por este hijo tant inteligente, lleno de humanidad, comprensión y amor.
Gracias por este texto y reflexión sobre la maternidad (y sociedad) y su mercanización.
GRACIAS :-)